Buenos días a todos y todas.
Excelentísimo señor presidente de la República, licenciado Danilo Medina;
Distinguido presidente de Grupo Puntacana, licenciado Frank Rainieri;
Distinguidos integrantes de la mesa principal;
Estimados todos,
En primer lugar, gracias por invitarme a participar en este acto.
Como servidor público y miembro del gobierno de Danilo Medina, es motivo de gran satisfacción ver cómo se está transformando nuestro país, con proyectos como éste.
Hace unos años el número total de viviendas de bajo costo que se construían en el país estaba muy lejos de satisfacer las demandas de la clase trabajadora, tanto por el escaso número de viviendas disponibles, como por la calidad de esa oferta.
Sin embargo, hoy somos testigo de primera mano de cómo esa realidad está cambiando; a pasos agigantados y en todo el territorio nacional.
Esa construcción de clase media de la que habla a menudo el presidente Medina se hace claramente palpable cuando hablamos de vivienda.
Cada vez son más las familias que están en capacidad de hacer frente a una hipoteca y están haciendo realidad su sueño de tener casa propia.
Y cada vez son más los empresarios del sector que comprenden la importancia de dar respuesta a esta necesidad y de contribuir a la construcción de ciudades dignas, integradoras y pensadas para las grandes mayorías.
El ejemplo que tenemos ante nosotros, en Punta Cana y Bávaro, no deja lugar a dudas.
Solo en esta área, durante los últimos seis años se han construido 1,500 viviendas de bajo costo, pero además hay 2,300 en ejecución, y otras 10,000 más en planes.
Hablamos de 13,800 familias que serán propietarias en conjuntos urbanísticos modernos, ordenados y con todos los servicios.
Esto no sólo da cuenta de cómo este polo de desarrollo turístico crece incesantemente, sino que nos habla de un crecimiento cada vez más inclusivo, justo y solidario.
El tipo de crecimiento que siempre hemos defendido desde el gobierno, ese que llega a todas las capas sociales, en lugar de crear dos realidades completamente distintas para los turistas y para la población local.
Por todo esto, saludamos y apoyamos iniciativas como Ciudad Caracolí.
Iniciativas que contribuyen a nuestro objetivo de hacer de la República Dominicana un país donde todos puedan acceder a viviendas dignas, y tengan servicios públicos de calidad.
Un país en el que crezca día a día el bienestar, un país de clases medias.
Quiero expresar nuestro reconocimiento al Grupo Puntacana, y en particular al señor Frank Rainieri, por poner en marcha este proyecto.
Un conjunto habitacional que, además de ofrecer viviendas de bajo costo para los trabajadores de la zona, incluye servicios sociales y equipamientos institucionales.
En pocas palabras, se trata de un proyecto que refuerza la integración social, al brindar, más que una vivienda, un hogar y un entorno saludable en el que desarrollar todo su potencial, como individuos y como comunidad.
Esto es algo que todos queremos y que, en buena parte, está siendo posible gracias a la política activa de fomento de la construcción de viviendas que ha llevado a cabo el gobierno en los últimos años.
Hemos promovido en todo el país condiciones favorables, facilidades e incentivos para apoyar la construcción de viviendas dignas a precios asequibles.
Así, por ejemplo, dimos un gran impulso a la Ley 189-11 para el desarrollo del mercado hipotecario y fideicomiso, con la elaboración de los reglamentos que han permitido su aplicación en numerosos proyectos.
Con este mecanismo se facilita tanto la construcción, como la adquisición y el financiamiento de viviendas, principalmente de bajo costo.
Buen ejemplo de esto es, por supuesto, el proyecto Ciudad Juan Bosch que nos llena de orgullo y que se ha convertido en una de las zonas preferidas para la adquisición de viviendas en Santo Domingo.
A esto se suman medidas como el bono ITBIS, que se otorga a quienes adquieren su primera vivienda y representa un ahorro para las familias de 8 por ciento del valor.
De hecho, el presidente Medina, para beneficiar a más personas, recientemente remitió al congreso un proyecto de ley proponiendo el incremento del tope a la vivienda de bajo costo hasta 3.5 millones pesos.
Otros ejemplos de cómo estamos incentivando la vivienda son la reducción de los tiempos para otorgar los permisos de construcción y las liberaciones del encaje legal, por un total de 22 mil millones de pesos, que ha aprobado el Banco Central.
Estos recursos se canalizan tanto para financiar el desarrollo de las viviendas, como para otorgar préstamos de largo plazo a los adquirientes de su primer hogar.
Y el resultado está a la vista de todos. La oferta de viviendas de este tipo ha crecido en sólo seis años de una manera exponencial.
A la fecha, por ejemplo, hay 179 desarrolladores participando en fideicomisos privados, con 294 proyectos tramitados que incluyen un total de 72,358 viviendas aprobadas. Y de estas, hay 47,237 en construcción.
En alianza público privada participan en fideicomisos otros 16 desarrolladores, con 26 proyectos que concentran 16,328 viviendas, de las que se están ejecutando 7,812.
Y en los próximos meses se terminarán de contratar otras 8,672 viviendas, para llegar a un total de 25 mil.
Estamos hablando, en total, de 320 proyectos que representan 97,358 viviendas de bajo costo, de las cuales 55,000 se están construyendo.
Eso quiere decir que se están incrementando las oportunidades para que los dominicanos y dominicanas puedan adquirir una vivienda digna.
Que cada vez más familias cuentan con un hogar propio, que es un paso clave hacia la estabilidad familiar, la convivencia pacífica y la consolidación de una próspera clase media.
Reforzamos así valores como la solidaridad, el civismo y los vínculos de cooperación en vecindarios dignos, cómodos, bien comunicados y con todos los servicios.
En definitiva, contribuimos a la construcción de una sociedad cada vez más cooperativa e integrada. A la inclusión y la movilidad social.
Amigos y amigas,
Iniciativas como ésta nos muestran que, cuando gobierno y sector privado trabajan con metas comunes, los resultados no se hacen esperar, y esos resultados benefician a todo el país.
Eso es una verdadera alianza ganar – ganar.
Ganan las empresas, porque, además de obtener beneficios, generan valores y capital social.
Gana el gobierno, porque cumple su compromiso con los ciudadanos y lleva progreso al país.
Pero, sobre todo, gana el pueblo dominicano, porque mejora sus condiciones de vida y tiene ante sí un futuro más próspero y más seguro.
Por todo esto, invito a los presentes y a todos los desarrolladores del país a seguir sumándonos a este círculo virtuoso, que rinde beneficios para todos.
De esta forma, paso a paso, trabajando de la mano: sector público, sector privado y sociedad, seguiremos haciendo realidad los grandes cambios que está viviendo la República Dominicana.
Muchas gracias.