Quiero comenzar hoy hablándoles de las iniciativas que sigue implementando el gobierno para garantizar la cobertura gratuita de la atención de salud a toda la población, frente a la pandemia.
En este sentido, cabe resaltar que en nuestro país, toda persona, afiliada o no a la seguridad social ha tenido y tendrá acceso a las pruebas PCR sin pago alguno, tanto de laboratorios privados como de los laboratorios públicos.
Hasta ayer, las ARS han autorizado, 28,474 pruebas PCR para COVID 19 en laboratorios privados, de las cuales 2,426 son del Régimen Subsidiado, 230 Pensionados y Jubilados y 1228 son personas No Afiliadas. Esto representa compromisos de pago por RD$ 122,438,200 de pesos que asume el Sistema de Seguridad Social.
Nos sumamos así al grupo de países, junto a Islandia, Corea del Sur, Vietnam, China, Italia, España, Argentina, Perú, Bolivia y Venezuela, donde hacerse las pruebas PCR es gratis, con prescripción médica, tanto en el sector público como el privado.
Además, la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (SISALRIL) dispuso que las ARS cubrirán los gastos de Cuidados Intensivos, aún cuando los afiliados hubieran agotado su cobertura de Alto Costo en los seguros, con lo cual no tendrán que cargarlo a su presupuesto familiar.
Asimismo, se firmó un convenio entre el Servicio Nacional de Salud y las ARS privadas y de autogestión, mediante el cual estas pagarán a los hospitales públicos, aun cuando no tengan contratos en la actualidad, por la atención a pacientes de COVID 19 afiliados, en servicios de emergencias, aislamiento en internamiento, cuidados Intensivos, además de un aporte para Equipos de Protección Personal de los Médicos y otros trabajadores de Salud. Este acuerdo nos permitirá incrementar los recursos para la atención en los hospitales públicos y seguir mejorando el servicio.
Dominicanos y dominicanas
Quiero, por otra parte, hacer balance también de la importante labor de limpieza e higienización que está llevando varias instituciones públicas, bajo la coordinación del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, en todo el país, para minimizar el riesgo de contagio en los espacios públicos.
Los equipos han estado presentes en los territorios del Distrito Nacional, las provincias Duarte, Santo Domingo, Santiago, La Vega, Puerto Plata, La Altagracia, Azua, Hermanas Mirabal, Barahona, Espaillat y Monseñor Nouel.
En concreto se han higienizado alrededor de 572 sectores beneficiando a 2,152,695 habitantes. Para esta labor se ha contado con la colaboración de la Corporación de Acueductos y Alcantarillados, el Instituto Nacional de Agua Potable, la Corporación de Acueductos y Alcantarillados de Santiago, La Corporación de Acueductos y Alcantarillados de La Vega, la Corporación de Acueductos y Alcantarillado de Puerto Plata y los Cuerpos de Bomberos.
Estos trabajos han sido posibles también gracias a la entrega y dedicación de compañías constructoras, hormigoneras, y a las brigadas de hombres y mujeres de la Defensa Civil y otras instituciones que se han empleado a fondo, con el interés de reducir la propagación de coronavirus.
Se ha priorizado la higienización y desinfección de lugares de concentración de personas como hospitales, plazas comerciales, supermercados, bancos, parques, avenidas e instituciones públicas y privadas.
Con los camiones trompos se aplica detergentes y posteriormente el hipoclorito de sodio con los camiones cisterna para la limpieza de todas las áreas.
Mientras que las labores de desinfección se realizan con una flotilla de vehículos integrados por camiones turbinas y bombas estacionarias, que se desplazan por las calles haciendo rociado de hipoclorito de sodio, para contrarrestar el virus.
Además de proteger contra el COVID-19, estamos reforzando las medidas de fumigación, desinfección y limpieza de espacios públicos y de cañadas, como medidas de prevención para proteger a la población de aquellas enfermedades tropicales que año por año surgen en el período de más calor, como el dengue, el sika, entre otros.
Estimados conciudadanos,
Hoy se cumplen 50 días desde que el Presidente Medina declaró el Estado de Emergencia.
Es un buen momento para tomar una perspectiva más amplia sobre la situación de esta pandemia, tanto en nuestro país como en el mundo, y apuntar siquiera brevemente cuáles serán los pasos siguientes.
En estos 50 días el virus se ha extendido por el mundo hasta infectar a más de 3,9 millones de personas y provocar más de 270,000 muertes.
Por supuesto, el ritmo de crecimiento varía mucho de país a país.
Mientras que parece haberse ya estabilizado en Asia y en varios países de Europa, es en las Américas donde más está creciendo ahora el contagio.
Solo en Estados Unidos hay más de un millón doscientas mil personas infectadas, así como más de 75,000 fallecidas.
Más al sur, en Brasil México, Perú, Ecuador y Bolivia, el virus está ralentizando su avance, si antes tardaba menos de 4 días en duplicar el número de casos, hoy tarda doce.
La curva en estos países se está aplanando, pero aún no es estable, por eso la Directora de la Organización Panamericana de la Salud, Carissa F. Etienne, sugirió esta semana que en estos países deben mantenerse vigentes todo el conjunto de medidas preventivas, como hasta ahora.
En nuestro país la situación es algo mejor.
Aquí el Covid tarda 19 días en duplicar la cantidad de contagiados confirmados, cuando al comienzo del Estado de Emergencia duraba entre 4 y 5 días.
Por así decirlo, la curva es más plana en República Dominicana que en esos países de la región. Esto significa que el sacrificio colectivo que hemos hecho durante todas estas semanas de Estado de Emergencia está dando, poco a poco, sus frutos.
No solo estamos descendiendo la rapidez de contagios, sino que podemos exhibir que ya 24 de cada cien personas contagiadas se han reestablecido por completo, mientras que un alto porcentaje está en proceso de mejoría y esperamos que en los próximos días concluyan su recuperación.
Sin embargo, esto no quiere decir que debamos bajar la guardia, al contrario, debe servirnos para ver lo importante que es cumplir con las medidas que hemos tomado.
El reto que enfrentamos ahora todos los países del mundo es sencillo de entender, pero difícil de afrontar: cuanto antes volvamos a la normalidad menor será el costo económico, pero mayor puede ser el costo humano.
Alcanzar el equilibrio es lo que buscan todos los países que están llevando a cabo graduales aperturas de sus economías. Y será también el que nos guiará a nosotros en las próximas fases que, entendemos, habremos de empezar desde que las condiciones lo permitan.
Pero por el momento, debemos ser cautelosos, porque podemos ver ya numerosos ejemplos de países que han relajado demasiado rápido las aperturas y se han visto obligados a dar marcha atrás.
Por ejemplo Alemania, que a finales de abril había ya iniciado su lenta estrategia de desescalada, la semana pasada debió dar marcha atrás por un repunte de los contagios.
Esa misma semana Chile, que también se proponía flexibilizar las medidas de cuarentena, ha debido volver a instaurar el cierre de su capital de 7 millones de habitantes.
También vemos como países y ciudades de Asia, que se habían destacado por su buen manejo de la fase inicial de la pandemia, se mantienen alertas, ante el crecimiento de los contagios.
De esta forma se han reintroducido cuarentenas en varias ciudades y regiones donde previamente se habían levantado, como en Singapur, Hong Kong, la ciudad de Tokio, o la provincia china de Hubei.
Mientras tanto, países como Italia, España o Estados Unidos, que emprenden ahora una fase de flexibilización gradual de la cuarentena, lo hacen manteniendo una firme vigilancia ante cualquier rebrote a nivel municipal, regional, o nacional, que obligue a dar marcha atrás.
Estimados compatriotas,
Debemos tener en cuenta, además, que diversas voces entre la comunidad científica alertan de una segunda ola de coronavirus.
Este análisis de la segunda ola ha comenzado mientras muchas regiones, como la nuestra, aún se debaten en medio de la primera ola de la pandemia.
El director del Centro de Control y Prevención de Enfermedades, de Estados Unidos, Robert R. Redfield, aseguró que una segunda ola en el invierno de 2020-21 podría ser peor de lo que hemos experimentado esta primavera.
Como alerta la OMS, estas olas pueden estar separadas por meses, por lo que una sensación inmediata de tranquilidad tras el control de un brote en un lugar puede ser prematura y producirse nuevos repuntes.
Por eso, es importante que todos sigamos cumpliendo con nuestro deber.
Por un lado, el Estado seguirá equipando el Sistema Nacional de Salud, asegurando la disponibilidad de tests y disponiendo de espacios de aislamiento y tratamiento suficientes.
Por otra parte, el conjunto de la población debe mantener el distanciamiento social de 2 metros, el lavado de manos permanente y el uso de mascarillas fuera de la casa. Es decir, lo que se ha dado en llamar “convivir con el Covid-19” de forma segura.
Hay que entender que este es el primer nivel de la pirámide de prevención. Estas son rutinas que debemos mantener en nuestra vida diaria, hasta que se descubra una vacuna o un método de tratamiento realmente transformador. Es decir, será algo permanente hasta este momento.
Ninguna otra medida reemplaza o elimina la necesidad de estas precauciones, ya que recordemos que los portadores asintomáticos representan el 30% del total.
El segundo nivel de prevención es la cuarentena voluntaria, que debe mantener la población de mayor riesgo; esto incluye los mayores de 60 años o pacientes crónicos.
Este segundo piso no tiene que ver con cuarentena si o cuarentena no, debe ser, al igual que las medidas de prevención, permanente mientras no termine el brote de Coronavirus, incluso si se levantan las medidas del estado de emergencia para el resto de la población.
Por último, la cuarentena obligatoria es, como hemos visto en localidades como San Francisco de Macorís, la medida más drástica y efectiva para disminuir la velocidad del contagio.
¿Volverá a ser necesario que se instaure una cuarentena de este tipo en el país?
Pues bien, todo depende de que el conjunto de la población dominicana se adapte al cambio cultural necesario para entender que ese primer nivel de prevención no tiene, por el momento, marcha atrás.
Mientras tanto, vale la pena recordar que, en este momento, las restricciones vigentes son las mismas que se establecieron al comienzo del Estado de Emergencia. Y que, por tanto, prevalece la prohibición de operar para aquellos negocios que no fueron explícitamente autorizados para hacerlo mediante los Decretos 135-20, y 136-20 ratificados mediante el decreto 154-20, o aquellos que han sido autorizados a operar por la Comisión de Alto Nivel por razones justificadas.
Cualquier negocio que no esté incluido en esas disposiciones deberá permanecer cerrado y la policía y la fuerza armada tienen instrucciones precisas de proceder al cierre inmediato de cualquier establecimiento que encuentren abierto.
De la misma forma, continua vigente la disposición que limita la circulación de personas aún entre las 6 de la mañana y las 5 de la tarde. Recordamos a la población que deberán hacer únicamente los traslados estrictamente necesarios, para realizar compras de alimentos y productos esenciales o de medicamentos; siempre con la debida protección en el rostro.
Las autoridades también tienen instrucciones de vigilar permanentemente estos comportamientos y actuar en caso de incumplimiento, pudiendo llegar a arrestar a los infractores y cerrar los establecimientos con autorización para operar, que no cumplan con las medidas de distanciamiento social e higiene.
Por su parte, las autoridades de salud llevan a cabo desde la plataforma integral de inteligencia epidemiológica del C5I, un monitoreo diario de la velocidad de contagio en cada lugar y, de acuerdo al comportamiento que se vaya observando, iremos tomando las medidas que se consideren necesarias.
Vamos, por tanto hacia un escenario más dinámico que el que hemos vivido en los últimos 50 días. Un escenario cuyos detalles, les recuerdo, serán anunciados ampliamente por el señor Presidente de la República o por esta Comisión en cada momento.
Lo que sí podemos adelantar es que en este escenario deberemos internalizar estas actitudes y gestos cuyo cumplimiento será más importante que nunca en el momento en que entremos en la siguiente fase.
La responsabilidad no será ya de una Comisión o una institución en concreto. La responsabilidad estará distribuida en cada municipio, cada empresa, cada barrio y cada hogar.
Porque solo atendiendo a esos dos primeros niveles de la pirámide que mencionamos; medidas para convivir con el coronavirus y cuarentena voluntaria, evitaremos perder el terreno ganado con tanto esfuerzo en las últimas semanas y tener que volver a adoptar medidas más duras.
Sólo desde esa responsabilidad compartida logramos ese equilibrio necesario para maximizar tanto la salud de nuestra población como la rápida recuperación de nuestra economía y nuestro bienestar social.
Muchas gracias