Hoy, 24 de abril fueron posesionados de sus cargos 3,849 funcionarios electos en las pasadas elecciones del 15 de marzo: 158 alcaldes e igual cantidad de vicealcaldesas; 1,164 regidores y una cifra similar de suplentes; 235 directores, y la misma proporción de subdirectores y 735 vocales.
A todos ellos, nuestra más sincera felicitación y buenos deseos en el ejercicio de esta responsabilidad al servicio del pueblo dominicano.
Por otra parte, cuando se cumplen 37 días desde que se declaró el Estado de Emergencia por Coronavirus, quiero comenzar estas palabras haciendo un breve resumen de lo que hemos avanzado con estas medidas y en qué punto nos encontramos actualmente.
Durante los días de estado de emergencia, los cambios que hemos introducido en nuestras vidas diarias, los sacrificios que hemos hecho, están dando sus primeros frutos.
Recordemos que, sin distanciamiento social, cada persona infectada por el virus contagia en promedio a 2 o 3 personas adicionales, generando así un crecimiento exponencial en el número de casos.
Sin embargo, gracias a las medidas tomadas, hemos logrado bajar esa tasa aproximadamente a la mitad. Ahora estamos en 1.6 o 1.8 nuevos contagios por infectado, según los técnicos nacionales e internacionales.
Esto quiere decir que el virus avanza mucho más lento y eso nos ha permitido ganar tiempo.
Y tiempo ¿para qué?, se preguntarán algunos.
Pues, en primer lugar, para que cada nuevo afectado tenga espacio en un hospital si lo requiere y reciba toda la atención que necesita.
Y, además, para aumentar las capacidades del sistema de salud a todos los niveles y dar así una mejor respuesta en todo el territorio nacional.
En estas semanas hemos sumado camas en los hospitales y en las Unidades de Cuidados Intensivos, hemos aumentado la capacidad de los laboratorios para hacer pruebas PCR y pruebas rápidas, puesto en marcha equipos mixtos de personal de salud y seguridad quienes hacen visitas a domicilio, pero también se instaló una plataforma tecnológica de coordinación de respuesta y de vigilancia epidemiológica.
Al mismo tiempo, hemos adquirido mascarillas, equipos de protección personal y, por supuesto, los medicamentos que estamos suministrando gratuitamente a los pacientes confirmados.
Ahora tenemos tres desafíos simultáneos: a) Un primer desafío epidemiológico: que la incidencia de casos y sobre todo de casos graves no se dispare más allá de nuestras capacidades de atención y de aislamiento.
b) Un segundo desafío económico: reactivar al aparato productivo y comercial formal e informal, lo más pronto posible y c) Un tercer desafío que es político: y es que se realicen las elecciones nacionales previstas para el 5 de julio próximo.
Por supuesto, en este contexto, la pregunta que muchas personas se hacen es: ¿Podemos entonces levantar ya las medidas de emergencia?
Sin embargo, la respuesta es clara: No, aún no es el momento.
Si bien el deseo de todos es volver lo más pronto posible a la normalidad de la vida económica, social e institucional, para alcanzar esa meta es necesario un sacrificio adicional que nos permita, en primer lugar, aplanar la curva de contagio y, luego, revertirla para estar en condiciones de comenzar el proceso de flexibilización y desmonte de las medidas.
La opinión de las instituciones nacionales e internacionales especializadas es que un levantamiento prematuro de las medidas de distanciamiento social pueden ser contraproducente; nos hará mucho más daño que bien y nos impedirá consolidar los logros alcanzados en el combate de esta pandemia.
Por lo tanto, la recomendación es mantenerlas por el tiempo necesario para hacer posible una transición sostenible hacia la normalización de la vida de la nación. Es decir, hasta que sea seguro comenzar a desmontar las medidas de distanciamiento social.
Esa apertura debe darse cuando estemos seguros de que la curva de contagio esté lo suficientemente controlada.
Y pueden estar seguros que el Gobierno dominicano está trabajando sin escatimar esfuerzos ni recursos para lograr esa meta.
Sin embargo, si volviéramos ahora a hacer vida normal, esa tasa de 1,6 que mencionamos pasaría a ser de 2 ó 3 y, con eso, perderíamos el terreno ganado.
Como referencia, les comparto que el Centro de Control de Enfermedades de los Estados Unidos estimó un escenario en el que el virus puede afectar a un porcentaje de la población de su país de entre 53%-71%.
En el caso dominicano, si no se mantienen las medidas de distanciamiento social a medio plazo podrían infectarse innecesariamente un número considerable de personas.
Esto, por supuesto, desborda las capacidades de cualquier sistema de salud y nos pondría ante la difícil situación de no poder dar respuesta a todos los pacientes.
Es decir, podríamos enfrentar la mayor calamidad pública registrada en la historia democrática del país.
No hace falta explicar que este es un escenario que no podemos permitir.
Por eso, ahora es más importante que nunca seguir actuando con la máxima responsabilidad y proteger la vida de la población.
Con este propósito, el Presidente Danilo Medina ha solicitado al Congreso Nacional una nueva prórroga del estado de emergencia, que estaría vigente hasta el próximo 25 de mayo.
Debemos recordar, además, que este es un virus nuevo. Y aunque cada día la comunidad científica mundial está aprendiendo más sobre su funcionamiento, hay aún muchas cosas que se desconocen.
Se desconoce, por ejemplo, cuál es el porcentaje de personas que se infectan pero no tienen síntomas. Este es un fenómeno particular del coronavirus, algo que no se da en otras epidemias y es peligroso porque dificulta la posibilidad de rápida identificación para aislamiento.
Tampoco hay aún evidencias concluyentes sobre qué medicamentos son los más apropiados para cada etapa de la enfermedad.
Adicionalmente, no hay aún evidencias sólidas sobre si los pacientes recuperados pueden volver a infectarse, o sobre qué daños pueden permanecer en el sistema respiratorio, una vez pasada la enfermedad.
Por todo esto, muchos Estados del mundo, de los cinco continentes, están actuando de la misma forma que nosotros, prorrogando las estrictas medidas de distanciamiento social que se han puesto en marcha en las últimas semanas, conscientes de que la anhelada vacuna aún no ha llegado y tomará tiempo.
Insisto, todos ansiamos volver a la normalidad, esto es totalmente comprensible. Pero si bajamos la guardia todo el sacrificio que hemos hecho hasta ahora habrá sido en vano.
Ahora, es el momento de seguir por el buen camino, el de la responsabilidad y espíritu solidario del pueblo dominicano. Cuantos más nos quedemos en casa hoy, cuanto más cumplamos con las normas de distanciamiento e higiene, antes podremos volver todos a la normalidad.
Estimados compatriotas,
Quiero anunciarles también que seguimos tomando medidas que permitan el funcionamiento de los servicios esenciales altamente demandados por la población, con el mínimo de personal necesario y cumpliendo con las debidas medidas de protección de los empleados y los clientes.
En este sentido, les anuncio que desde hoy todas las sucursales de los bancos comerciales y de las asociaciones de ahorros y préstamos del país estarán abiertas al público hasta las dos y treinta de la tarde, de lunes a viernes, y los sábados hasta las dos de la tarde.
De esta forma se podrá dar un servicio más ágil a los ciudadanos, al tiempo que evitamos las aglomeraciones y garantizamos el debido distanciamiento físico.
Esta medida es fruto de un acuerdo alcanzado con la Asociación de Bancos Comerciales y la Liga de las Asociaciones de Ahorros y Préstamos; agradecemos especialmente las valiosas gestiones efectuadas para lograr este propósito al Gobernador del Banco Central, y al Superintendente de Bancos de la República Dominicana.
Dominicanos y dominicanas,
Volviendo al tema de salud y prevención, quiero hacer un llamado a los comités provinciales y municipales de prevención y gestión de riesgos, a las empresas privadas, a las organizaciones de la sociedad civil y a toda la población, en general.
Es muy importante que las autoridades de salud y seguridad tengan información en tiempo real sobre todos los casos de contactos con pacientes positivos, para poder actuar rápidamente.
Todos aquellos que manifiestan síntomas de fiebre, tos y dificultad respiratoria, o han estado en contacto con una persona COVID positivo, deben ser notificados inmediatamente.
Estas notificaciones deben seguir siempre los cauces formales que hemos establecido. Porque solo conociendo los casos que se dan en cada municipio y en cada provincia podremos preparar bien la respuesta que necesitarán sus habitantes.
Señoras y señores
Para finalizar, quiero volver a agradecer a todos los dominicanos por este gran esfuerzo que estamos realizando.
Este es el momento en el que estamos aplanando la curva. Sé que para muchos es difícil permanecer en casa, especialmente para los que tienen menos recursos, pero debemos tomar esto con la máxima seriedad.
Y quiero en esta ocasión referirme especialmente a los jóvenes.
Quizá algunos piensen que para ellos esto no es un gran riesgo, que solo afecta de gravedad a los mayores, que ellos estarán bien saliendo a la calle y haciendo su vida normal.
Los comprendo, no es fácil quedarse en casa tantos días. Sin embargo, les pido también que piensen que, incluso si ellos no se enferman de gravedad, todo indica que contagiarán al menos a una o dos personas si contraen el virus.
Esas dos personas podrían ser su abuelo o su madre.
Parece una posibilidad remota, hasta que ocurre. Y ya hay cientos de testimonios de jóvenes que han tenido que decir adiós a sus seres queridos, porque ellos mismos los contagiaron.
Por eso les pido que hagan conciencia, que se protejan a sí mismos y que cuiden de los otros. Ningún paseo, ninguna chercha, ningún ratito en la calle merece perder una vida.
Dominicanos y dominicanas,
Si bien no es fácil pasar tanto tiempo dentro de los hogares, distanciados de nuestros seres queridos, de los compañeros de trabajo y de nuestras rutinas diarias, ahora es más importante que nunca continuar con este sacrificio.
Continuemos en nuestras casas y colaboremos todos para que nuestro país pueda salir lo más pronto posible de esta crisis.
Muchas gracias.